Aunque meditar es parte de un camino con un objetivo muy "elevado" (la liberación total del sufrimiento), esto no quiere decir que se limite a ello. La práctica de la meditación, si se hace bien, siempre es positiva. Está ahí para que todo el mundo que quiera experimentarla lo haga, sin creer que debe hacer grandes sacrificios. Esto incluye las posturas. Uno puede meditar sentado, de pie, tumbado y caminando. De estas cuatro posturas, las más comunes son la meditación sentada y la meditación caminando.
DE PIE |
SENTADO |
-Lo más normal durante la meditación sentada es sentarse con las piernas cruzadas, y las palmas de las manos hacia arriba.
-La meditación de pie es poco cómoda porque la mayoría de la gente no puede mantenerse de pie durante largos periodos de tiempo, y es más bien atribuida a un grado más avanzado en la meditación.
-La meditación caminando tiene muchas variantes, pero básicamente se trata de recorrer un camino normalmente lineal marcado previamente (en el que veas claramente el inicio y el final) y recorrerlo de un lado para otro continuamente, parándote unos segundos cada vez que cambies de sentido.
-La meditación acostados: Si usted es una de esas personas con graves problemas de espalda entonces podría querer intentar acostarse a meditar. Tendrá que tener la cabeza apoyada sobre algo firme y acolchado. Un cojín delgado en un libro puede funcionar bien, al igual que un bloque de espuma firme. La mejor posición para acostarse a meditar es la semisupina, donde las rodillas están dobladas y apuntando hacia el techo. Los pies deben estar planos sobre el piso y debe estar más o menos en paralelo a las rodillas para que sus piernas estén rectas. Te aconsejo prestar atención a la respiración en la parte superior del pecho, la garganta, la cabeza o en las fosas nasales. De esa manera tendrás mayor conciencia durante la meditación.
TUMBADO |
CAMINANDO |